La reina del pop virtual de Japón: EN HOLOGRAMA
Hatsune Miku es una reina del pop en Japón, tiene miles de seguidores que llenan estadios y corean su música en vivo.
Hasta ahí la historia de tantas como Madonna, Britney Spears, Lady Gaga. Pero en el mundo oriental Hatsune es especial. ¿Por qué? Porque no es humana.
Así es. La reina virtual es un holograma 3D, con la voz sintetizada de Saki Fujita. Tiene tres años de vida y ahora llegó al mundo en Blue Ray, con uno de sus conciertos, y en alta definición.
Hatsune es un fenómeno cultural en Japón. Una adolescente de 16 años y 1.58 metros de altura, creada a gusto y medida, para barrer con los conceptos de mercado y creación, explosión y explotación de talentos.
En la era de los reality shows que buscan íconos humanos, nace una estrella virtual. Creada para satisfacer necesidades y gustos puntuales. Un objeto de mercado que no puede fallar, no se gasta, no se puede tocar, no duerme, no siente, no es consciente de su propia existencia, pero puede ser adorada por miles de almas jóvenes que están dispuestas a pagar entradas de shows, comprar y bajar discos y hasta gritarle piropos sentidos cada vez que la “ven”.
Hasta ahí la historia de tantas como Madonna, Britney Spears, Lady Gaga. Pero en el mundo oriental Hatsune es especial. ¿Por qué? Porque no es humana.
Así es. La reina virtual es un holograma 3D, con la voz sintetizada de Saki Fujita. Tiene tres años de vida y ahora llegó al mundo en Blue Ray, con uno de sus conciertos, y en alta definición.
Hatsune es un fenómeno cultural en Japón. Una adolescente de 16 años y 1.58 metros de altura, creada a gusto y medida, para barrer con los conceptos de mercado y creación, explosión y explotación de talentos.
En la era de los reality shows que buscan íconos humanos, nace una estrella virtual. Creada para satisfacer necesidades y gustos puntuales. Un objeto de mercado que no puede fallar, no se gasta, no se puede tocar, no duerme, no siente, no es consciente de su propia existencia, pero puede ser adorada por miles de almas jóvenes que están dispuestas a pagar entradas de shows, comprar y bajar discos y hasta gritarle piropos sentidos cada vez que la “ven”.
Comentarios
No puedo creer que la holografía ya sea una realidad.